Revista de prensa
El País, 23 de febrero
Tommaso Koch / Raúl González
Daren Tang (OMPI): "Creadores e intermediarios deben trabajar juntos o el modelo no será sostenible”
«La cadena de valor de la propiedad intelectual es extremadamente compleja. Implica a muchísimos actores. Están los creadores, los sellos, las plataformas, los productores, las organizaciones colectivas de los derechos de autor y, luego, el consumidor. Hay que encontrar un sistema equilibrado y eficaz que permita a todos mantenerse. Si no nutre a todas las partes, no será sostenible».
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«El poder alcanzado por las plataformas digitales supone “un desafío, pero también una oportunidad”. […] El choque, sin embargo, es la tónica habitual del sector. Varios eurodiputados reconocieron que ningún asunto en los últimos años fue tan polémico como la votación en el Parlamento de Estrasburgo de la nueva directiva de la UE sobre el copyright, que España está transponiendo. Y los creadores lamentan a menudo que sus obras se difunden más que nunca, pero sus ingresos no han mejorado. Tang avisa de que su organización no opina de leyes nacionales, pero sí admite su sorpresa: “Yo vengo de Asia y debo decir que en otras partes del mundo hay una actitud bastante positiva hacia la propiedad intelectual. En Europa, donde se fundó el sistema moderno de derechos de autor, a veces hay escepticismo. Se percibe en determinadas áreas como un obstáculo”.
Frente a ello, él aporta optimismo: “La industria creativa se ha convertido en una parte muy grande de la economía. En México supone más del 3,5% del PIB. En España también supera el 3%. Ya no solo los países desarrollados, sino también los que están en vías de desarrollo están empezando a promoverla. El denominador común en todo el mundo es tomársela muy en serio”.
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«La WIPO nunca prescribe legislación, como destaca una y otra vez Tang, sino que impulsa a los Estados miembros y a los protagonistas del sector a hablar y encontrar soluciones. La agencia puede contribuir con datos, informes, contactos o programas específicos —el departamento para creadores ayuda a los artistas a aprovechar la tecnología en su beneficio, mientras que WIPO Alert señala páginas web piratas— para los autores, pero no con sugerencias directas. Por ejemplo, explica, la organización está analizando recientemente el auge de los streamers en su Comité Permanente de Derechos de Autor y Derechos Conexos como parte de un tema más amplio sobre el entorno digital».
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“Lo más complicado, quizás, es fomentar una conciencia de que, cuando alguien crea, debes respetarlo. Eso significa que no les quites ilegalmente algo que han sacado de su talento, de su alma, de su tiempo. Lo segundo que debemos hacer es crear un buen mercado de propiedad intelectual donde se puedan consumir las canciones u otros productos. Y lo tercero es tener las leyes y regulaciones correctas para que, si es necesario, se pueda actuar con la fuerza de una manera eficiente y justa. Cada vez más la piratería está siendo impulsada por el crimen organizado. Así que no estamos hablando de cuatro adolescentes”.
«Aun así, Tang desgrana números que apuntan a un futuro sólido para la creación. Cita el colosal volumen de negocio de los videojuegos, el mayor de todo el sector cultural (147.000 millones de euros en 2020, según la consultora estadounidense Newzoo; o el aumento disparado del streaming en los últimos años«.
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